El tejido es el otro elemento fundamental del toldo junto con la estructura y no se debe basar únicamente en el color del mismo. Para obtener un rendimiento óptimo es importante saber elegir un tejido adecuado a nuestras necesidades, ya que existen varias calidades en cuanto a material, densidad y tecnología de fabricación, que influirán fuertemente en el nivel de protección solar que obtendremos.

La transmisión de la luz

Cuando la luz alcanza una superficie, de la naturaleza que esta sea, una parte de esta atraviesa los materiales existentes, otra parte es reflejada hacia el exterior y el resto de la luz se absorbe en el tejido siendo irradiada a posteriori en forma de calor

  • Reflexión: energía solar reflejada hacia el exterior por el tejido
  • Absorción: energía solar absorbida por el tejido, que posteriormente, éste irradia progresivamente en forma de calor
  • Transmisión: energía solar que atraviesa el tejido y se transmite al interior

Esta intensidad de iluminación ejerce un efecto directo sobre el ser humano, su capacidad de visión, bienestar, seguridad en el trabajo y economía, creando deslumbramientos en superficies planas y pantallas, efectos térmicos inadecuados y daños en materiales.

La transmisión de la luz a través de un sistema de protección solar viene determinada, en gran medida, por tres características del tejido: la densidad, el espesor y el color.

La cantidad de luz reflejada es menor en un color oscuro pero su porcentaje de absorción aumenta. Así, los colores claros reflejan más radiación, mientras que los oscuros pueden hacer aumentar más la temperatura ambiental en verano, ya que la radiación que absorbe el tejido para al interior en forma de calor.

Tipos de tejido

Existen tres tipos de tejido empleados en la creación de un toldo que son el tejido acrílico, el técnico y el de PVC.

  1. Tejido Acrílico: Entre las fibras modernas, la acrílica es la que mejor responde a las exigencias de estar al aire libre. Se revela como un formidable aislamiento térmico. Para las lonas de toldo se aconseja la fibra acrílica teñida en masa. Esto significa que el color se impregna en la fibra misma durante su fabricación, al contrario que otras fibras que se colorean mediante remojo simple. La fibra acrílica teñida en masa garantiza unos colores brillantes y duraderos. Además incorpora el acabado Teflón, lo cual permite una mayor protección del tejido formando una barrera que repele el agua y retrasa la adherencia de la suciedad.
  2. Tejido Técnico: Se trata de tejidos especiales de última generación que aparecieron en el mercado como respuesta a la regulación térmica y lumínica y el ahorro de energía. Están compuestos de poliéster recubiertos de PVC o fibra de vidrio recubierta de PVC, se lavan muy fácilmente y resisten muy bien a lo largo del tiempo. Los toldos equipados con lonas micro-perforadas regulan el calor y la luz en el interior de una habitación y protegen a quienes viven de la mirada exterior al tiempo que conservan una visibilidad al exterior. Estas lonas se recomiendan para los toldos verticales. Gracias a su estructura micro-perforada, el tejido se convierte en un auténtico filtro térmico. Repele hasta el 92 % del calor de la radiación solar, por lo que evita el efecto invernadero y el recalentamiento de los edificios en verano. En invierno, el proceso se invierte para conservar el calor en el interior del edificio.
  3. Tejido de PVC: Están compuestos de hilos de poliéster recubiertos de PVC. La principal característica de este tipo de tejidos es su impermeabilidad. También su resistencia a jirones y roturas. Está disponible en diferentes gramajes dependiendo de la aplicación que se vaya a utilizar. En algunas de sus calidades se ofrece un tratamiento ignífugo.